La desinformación de los medios y el uso de “palabras”

A la hora de informar los medios de comunicación dominantes utilizan muchas palabras y expresiones elegidas específicamente ya sea por los medios o por una fuente para tergiversar o distorsionar los contextos a los que se aplican. Por desgracia, los medios alternativos a menudo toman estas palabras (o expresiones) y las utilizan en sus propias informaciones sin tener en cuenta que con ello están perpetuando las distorsiones y tergiversaciones.


Veamos los siguientes ejemplos:

“Balas de goma”

La imagen que se presenta el público es la de unas bonitas bolas de goma que golpean a los manifestantes y les provocan un dolor agudo, y que se utilizan para controlar a las multitudes, lo cual no es en absoluto el caso, aunque en general se las considera “menos letales” si se utilizan correctamente, es decir, si no se disparan a la cabeza. Para hacerse una idea adecuada del asunto, véase el vídeo [1].
Como mínimo se las debería llamar “balas recubiertas de goma”. Pero hasta el uso de la palabra “goma” distorsiona la realidad. Sería más adecuado llamarlas “balas de acero recubierto”. También habría que señalar que a suficiente velocidad (como la que suelen adquirir al ser disparadas por los rifles) y lo suficientemente cerca, casi cualquier material puede ser letal. El mejor ejemplo serían los tornados que incrustan pajas contra los troncos de los árboles y maderas contra los muros de edificios*.

“Gas lacrimógeno”

Aunque es posible que las “lágrimas” fueran la principal reacción humana a este gas cuando se inventó, la toxicidad del gas que se emplea ahora, el gas CS [2], es mucho mayor y provoca todo tipo de reacciones negativas en el sistema respiratorio humano, en los ojos, en la piel, etc.
La caracterización que se le ha dado de “no letal” también ha demostrado no ser cierta en muchas ocasiones. El gas CS es el más utilizado y se podría utilizar la denominación de “gas CS” en vez de la de “gas lacrimógeno” o quizás incluso mejor la de “gas CS tóxico”.

“Colonos”

Este término es el más utilizado por Israel para denominar a los israelíes que se apropian, sin compensación alguna, de tierra que es propiedad de palestinos. Según esta definición, uno podría trasladarse a la casa de los vecinos mientras están de vacaciones y exigir protección legal y moral como “colono”.
El uso de este término tuvo sus orígenes en Estados Unidos cuando los europeos se iba apropiado de las tierras indias a medida que avanzaban hacia el oeste, e implicaba (a menudo se expresaba francamente) que las tierras “estaba sin poblar” y habitadas únicamente por “salvajes”. Una denominación más adecuada sería “ladrones de tierras” o “personas que se apropian de las tierras”**.

“Terroristas”

Técnicamente, para ser un “terrorista” uno debe crear o proponerse crear terror entre una población. Pero los gobiernos, individuos y organizaciones han prostituido completamente el término utilizándolo para su propio beneficio, especialmente desde 2001.
Una agencia gubernamental puede afirmar meramente que un individuo o grupo es/son terrorista(s). Pero la denominación de “terrorista” depende del cristal con que se mira. Es muy probable que los afganos se sientan aterrorizados por los ataques nocturnos a sus hogares por parte de los soldados de la OTAN, sin embargo los occidentales no califican a la OTAN de terrorista.
Otro ejemplo podría ser que Gaza y Cisjordania parecen estar repletos de terroristas, mientras que parece que Israel no tiene ninguno, aunque Israel haya matado a más palestinos que al contrario. Resulta complicado encontrar un término mejor, así que quizá se sería mejor utilizar epítetos, como “los que Estados Unidos afirma que son terroristas”, “terroristas encubiertos”, etc. O simplemente usar lo mínimo el término “terrorista” y utilizar denominaciones más apropiadas como “soldados” etc.

“Defensa”

En su origen el ejército estadounidense era el Departamento de Guerra. Ahora es el “Departamento de Defensa” aunque se podría argumentar sólidamente que sería más adecuado llamarlos el “Departamento Ofensivo”. Dependiendo de la fuente, cualquier esfuerzo militar se suele describir mejor como defensivo que como ofensivo, ya que la imagen es mejor.
Por ejemplo, puede que el ejército y las fuerzas de seguridad sirias estén actuando defensivamente (contra mercenarios), pero quienes apoyan a los mercenarios calificarán todos estos movimientos del gobierno sirio como ofensivos, es decir, “ataques a su pueblo”.
En vez de los términos “defensa/defensivo” sería mejor utilizar “ofensivo”, “represión”, “opresión”, etc. Se podría utilizar un término más neutral, como “reactivo” o “en reacción a”. El Departamento de Defensa debería ser el Departamento Ofensivo, del mismo modo que las Fuerzas de Defensa de Israel*** deberían ser las Fuerzas Ofensivas de Israel .

 “Inteligente”

Es un término que con el tiempo se utiliza cada vez más, como en el caso de “bomba inteligente”. La definición de inteligente incluye o asume intrínsecamente la inteligencia, pero la inteligencia es algo que solo se puede atribuir a los animales, especialmente a los humanos (aunque la inteligencia sea a menudo discutible).
En la mayoría de los casos, el término “inteligente” se aplica a un objeto que contiene un ordenador en alguna forma. Pero los ordenadores no pueden pensar ni son inteligentes… simplemente son máquinas dirigidas por un código. La denominación “bomba inteligente” es una atribución inmoral del adjetivo “inteligente”.
¿Por qué no se definen todas las demás bombas como “bombas tontas”? Sería más correcto “bomba teledirigida”, al menos en el contexto de que uno se podría preguntar si se ha dirigido bien, aunque parece que se ha adoptado el adjetivo “inteligente” basándose en la aceptación de lo binario: inteligente o no (¿tonta?).

“Manifestantes”, “militantes”, “insurgentes”, “activistas”, “rebeldes”, “extremistas”, “radicales”, etc.

Puesto que todas estas palabras se suelen basar en caracterizaciones de lo que está haciendo la persona, es bastante confuso llamar a una persona, por ejemplo, “militante” si ese día está simplemente siendo un “manifestante”. Ser iraní, u hombre, o cristiano (etc.) no son caracterizaciones de acción: no se puede ser un “iraniante”.
Así pues, más allá de ser (a menudo a propósito) poco claras y confusas, por definición estas caracterizaciones podrían ser correctas un día e incorrectas al siguiente. Y un “manifestante” bien podría ser en un momento dado un “activista manifestante”.
Es una lástima que no haya una palabra que englobe a todos estos término. Una vez más podría ayudar el uso de adjetivos: el término manifestante se vuelve más claro añadiendo el adjetivo “pacíficos” (“manifestantes pacíficos”); insurgentes gana claridad acompañado de adjetivos: “insurgentes ciudadanos pobremente armados”, etc.

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