El siguiente video concede otra razón para dar término al poder desmesurado de la agencia federal de transportes TSA. El clip muestra cómo un niño de 3 años con una pierna rota, montado en silla de ruedas, es hostigado por un funcionario del TSA.
El incidente ocurrió en el Aeropuerto O’Hare en Chicago y fue grabado por el padre del chico. El agente del TSA comienza a realizar un chequeo sobre él, quien está sentado sobre una silla de ruedas con una pierna rota. El niño se confunde luego de ser acariciado por un extraño y acude a sus padres para buscar apoyo, pero éstos no pueden tocarlo porque el TSA les ordena mantener distancia.
El chico comienza a temblar y manifiesta claro enfado mientras el agente empieza a revisar su ropa, manos y silla de ruedas en busca de explosivos. El matón del TSA luego pide al padre levantar la camisa del niño para poder revisar su cuerpo, ofreciendo conducir esta parte de la intromisión en un cuarto privado.
Mientras el niño está siendo hostigado, también se le ordena a una anciana con bastón que se mantenga alejada y espere el chequeo. De esta manera, el TSA demuestra nuevamente su facultad para señalar a sospechosos de terrorismo.
Sólo minutos después de este tratamiento inútil, degradante y avergonzante, el niño puede atravesar la seguridad.
El video representa otra razón por la cual los aeropuertos deberían adoptar la nueva ley que prescinde de los chequeos del TSA en sus instalaciones. Hostigar a un niño de tres años mientras viaja a Disneylandia no es un método efectivo de prevenir ataques terroristas. Si los terroristas atacaran Estados Unidos porque odian sus libertades, como se nos dijo después del 9/11, entonces imágenes como éstas prueban que los terroristas han ganado.
A su vez, otros agentes del TSA ya han sido descubiertos cometiendo actos criminales. El agente de 41 años, Michael Scott Wilson, ha sido condenado por cargos federales de pornografía luego de haber sido encontrado en posesión de un video que “muestra a una niña pre-púber” en actos sexuales con un adulto. Estas son las mismas personas que están “chequeando” a nuestros hijos.
Otro agente del TSA que trabajaba en el Newark International también fue arrestado con su uniforme por estar involucrado en tráfico de drogas. Samirah Saunders de 22 años está acusado por ayudar a distribuir 1.400 paquetes de heroína.
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