En Filadelfia separan a cinco curas abusadores

El arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, desveló el destino de los 26 sacerdotes que el año pasado fueron suspendidos de sus funciones por su presunta relación en el escándalo de abusos a menores que atenaza a esa arquidiócesis, la sexta más grande de Estados Unidos, desde 2005 
  • WASHINGTON, E.U.-De momento, sólo cinco han sido apartados del sacerdocio por existir contra ellos “pruebas convincentes de haber agredido sexualmente a niños o violar los protocolos de comportamiento y límites de actuación de la Iglesia”, explicó Chaput ayer.

    Ahora estos cinco sacerdotes pueden aceptar su sanción o recurrirla, agregó. “Si deciden no apelar, o si la apelación no prospera, existen tres alternativas, que regresen a su estado laico, que queden bajo supervisión o que sigan una vida dedicada al rezo y la penitencia”, señaló.


    La determinación de suspender a los curas fue adoptada en marzo de 2011 tras hacerse público el informe del gran jurado en el que se acusaba a la arquidiócesis de mantener en sus puestos a sacerdotes sospechosos de abusar de menores. La Iglesia puso en marcha entonces una investigación propia, dirigida por la fiscal de menores Gina Maisto, para esclarecer las responsabilidades y decidir el futuro de sus 26 miembros sancionados.

    El resultado de las pesquisas llevó a Chaput a readmitir en sus funciones a tres de ellos mientras que otros nueve deberán esperar todavía a la decisión final del arzobispo y otro falleció durante este proceso. Los ocho curas restantes están siendo objeto de una investigación penal y la archidiócesis esperará a conocer sus conclusiones antes de adoptar cualquier resolución.

    Histórico juicio

    El anuncio de Chaput se produce en medio del primer juicio en EU a un alto cargo de la Iglesia por encubrir a curas acusados de abusos a menores. Monseñor William Lynn, secretario de la arquidiócesis de Filadelfia entre 1992 y 2004, se enfrenta a 28 años de prisión por haber mantenido en sus puestos a sacerdotes sobre los que pesaban fundadas sospechas de pedofilia. Junto a Lynn, también se sienta en el banquillo el reverendo James Brennan, acusado de intentar violar a un menor de 14 años en 1996.

    Durante las primeras seis semanas del proceso —se espera que se prolongue durante un mes más—, casi una veintena de testigos, la mayoría en la cuarentena y con un historial de adicciones y delitos menores, ha relatado ante el tribunal los detalles de los abusos, su confusión y su angustia a la hora de confesar lo sucedido a sus padres. El jurado también ha podido acceder a documentos que la Iglesia había mantenido ocultos y en los que queda constancia de las denuncias a varios de sus sacerdotes.

    En 2005, la Fiscalía de Filadelfia ya acusó a Lynn y a otros altos cargos de la Iglesia de silenciar durante décadas denuncias de abusos que implicaban al menos a 37 de sus miembros. El jurado entendió entonces que los delitos habían prescrito, pero nuevas denuncias permitieron retomar el caso en 2011.
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