Vivimos en un mundo de corrupción en el que unos pocos se enriquecen sin límites a costa del sufrimiento de la gran mayoría con la colaboración de nuestros gobiernos cómplices de tanto latrocinio.
Mientras las fuentes de ENERGÍA LIBRE que existen son ocultadas desde hace décadas para impedir que la población rompa el cordón umbilical de dependencia energética con dicha mafia dominante, los actuales sectores mafiosos eléctrico y petroleroespeculan sin límites y roban a la masa poblacional impunemente sin que nadie haga nada.