En la ciudad italiana de Nápoles la Policía usó porras y gases lacrimógenos para disolver una manifestación de centenares de personas que intentaron asaltar la sede de Hacienda.
La causa de los disturbios fue el suicidio de un ciudadano que supuestamente se quitó la vida tras ver el recibo fiscal. Los manifestantes que asaltaron la sede del organismo público exigían que se suavizaran las medidas anticrisis. Y en la ciudad de Livorno la gente desconocida lanzó cocteles Mólotov a la oficina de la agencia italiana de colección de impuestos Equitalia. Los medios italianos informan que el ataque resulto en la fachada deteriorada de la oficina. No es la primera vez cuando Equitalia sufre las consecuencias de los problemas financieros de italianos: hace poco los anarquistas enviaron bombas en los envíos postales, dirigidas a la agencia.
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